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EE. UU. condena las maniobras militares de China en Taiwán

El Pentágono califica los ejercicios Espada Conjunta-2024B de «irresponsables», mientras China defiende su derecho sobre Taiwán como un asunto interno.

EE. UU. condena las maniobras militares de China en Taiwán como desestabilizadoras

Este lunes, el Pentágono emitió una dura condena contra las recientes maniobras militares realizadas por China en el estrecho de Taiwán, describiéndolas como «irresponsables» y «desestabilizadoras». Los ejercicios, denominados Espada Conjunta-2024B, involucraron a las fuerzas militares del Ejército Popular de Liberación (EPL), quienes ejecutaron simulacros de combate aéreo y marítimo, bloqueos y asaltos a objetivos estratégicos. Estas operaciones rodearon la isla, lo que intensificó las tensiones en la región.

El secretario de prensa del Departamento de Defensa de EE. UU., Pat Ryder, expresó su preocupación en un comunicado oficial: «Hemos seguido de cerca el ejercicio Espada Conjunta-2024B del EPL en Taiwán. Esta operación de presión militar es irresponsable, desproporcionada y desestabilizadora». Además, Ryder defendió un reciente discurso del vicepresidente taiwanés Lai Ching-te, quien reafirmó el compromiso de la isla con su independencia.

El Departamento de Estado también se pronunció al respecto. Matthew Miller, portavoz de la entidad, señaló que EE. UU. está «seriamente preocupado» por la naturaleza de los ejercicios militares chinos. «La respuesta de la República Popular de China a un discurso rutinario es una provocación injustificada que pone en riesgo una peligrosa escalada», agregó Miller.

Un conflicto regional con dimensiones globales

La situación en torno a Taiwán no es nueva, pero ha adquirido una relevancia geopolítica creciente en los últimos años. Taiwán, que se autogobierna desde 1949, es considerado por Beijing como parte de su territorio, y cualquier intento de separación o pronunciamiento de independencia ha sido visto como un desafío a su soberanía. En esta línea, la portavoz de la Cancillería china, Mao Ning, fue categórica al afirmar que Taiwán es un asunto «estrictamente interno» de China. «Si a Estados Unidos realmente le importa la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán y la prosperidad regional, debe respetar el principio de una sola China», subrayó Ning.

Por su parte, el EPL ha justificado las maniobras como una «advertencia severa» a las fuerzas independentistas de Taiwán. Li Xi, portavoz del Mando del Teatro Oriental del EPL, explicó que los ejercicios buscan demostrar la capacidad de China para responder ante cualquier movimiento separatista. Las fuerzas armadas chinas realizaron patrullas de preparación combativa marítimo-aérea, simulando bloqueos de puertos clave y asaltos a objetivos tanto marítimos como terrestres.

EE. UU. y sus aliados en defensa de un Indo-Pacífico libre

Frente a la creciente presión militar china, Washington ha reiterado su compromiso con la estabilidad en la región del Indo-Pacífico. El secretario de prensa del Pentágono enfatizó que Estados Unidos seguirá trabajando estrechamente con sus aliados y socios para «promover una visión compartida de un Indo-Pacífico libre y abierto». Este mensaje va en línea con la política estadounidense de garantizar la libertad de navegación en una de las zonas más transitadas y estratégicamente importantes del mundo.

La escalada en el estrecho de Taiwán, en este contexto, es vista como un peligro latente de conflicto militar, que podría implicar no solo a los actores directos —China y Taiwán—, sino a potencias globales, dado el rol que juega Estados Unidos como principal garante de la seguridad taiwanesa y su constante presencia militar en la región.

En concreto

Las maniobras Espada Conjunta-2024B representan un capítulo más en la prolongada disputa entre China y Taiwán, que involucra también a potencias internacionales como Estados Unidos. El riesgo de una escalada bélica es real, y la comunidad internacional observa con atención cada movimiento en esta región clave del Indo-Pacífico. Mientras tanto, Washington sigue abogando por una resolución pacífica que respete el statu quo actual, mientras Beijing defiende con firmeza su reivindicación territorial sobre la isla.

 

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