Morelos avanza hacia la protección del maíz criollo nativo
Una iniciativa legislativa busca prohibir cultivos transgénicos y reconocer al maíz criollo como patrimonio biocultural para asegurar la soberanía alimentaria.
Cuernavaca, Mor., 7 de mayo 2025 — En una decisión que apunta al rescate de la identidad cultural y la defensa de la soberanía alimentaria, el Congreso del Estado de Morelos podría dar un paso histórico en la protección del maíz criollo. La diputada Jazmín Solano presentó una iniciativa de reforma que propone la prohibición de cultivos transgénicos en la entidad y el reconocimiento del maíz criollo como patrimonio biocultural del estado.
La propuesta legislativa busca blindar legalmente el uso de semillas nativas frente al avance de los organismos genéticamente modificados (OGM), que en las últimas décadas han ganado terreno en la agricultura industrial. Según Solano, esta acción es una respuesta urgente ante la amenaza que representan los transgénicos para la biodiversidad y la cultura agrícola milenaria del país.
“Defender el maíz criollo es defender nuestra tierra y nuestra historia”, expresó la legisladora ante medios locales. “No es solo un grano: es identidad, es resistencia, es vida”.
Un patrimonio amenazado
El maíz criollo ha sido cultivado por generaciones en Morelos y forma parte del legado indígena que ha nutrido a México por más de 9 mil años. Sin embargo, la presión del mercado y las políticas agrícolas dominadas por grandes corporaciones han puesto en riesgo la permanencia de estas variedades autóctonas.
Expertos en agroecología señalan que la contaminación genética —producida por la polinización cruzada con cultivos transgénicos— puede llevar a la desaparición de las especies criollas, muchas de las cuales aún no han sido catalogadas completamente. Además, los transgénicos implican una dependencia tecnológica y económica para los campesinos, quienes deben pagar por semillas patentadas año con año.
Hacia la soberanía alimentaria
La iniciativa de Solano también contempla mecanismos para fomentar el uso, intercambio y resguardo de semillas nativas, así como el fortalecimiento de redes campesinas que promuevan prácticas agrícolas sostenibles y tradicionales. Con esto, se pretende no solo conservar el maíz criollo, sino asegurar una alimentación más saludable, autónoma y ambientalmente responsable para la población morelense.
Organizaciones campesinas y colectivos ambientalistas celebraron la propuesta. “Este es un paso valiente y necesario para proteger lo que nos queda de independencia alimentaria”, declaró Felipe Rosas, integrante de la Red de Milperos de Morelos. “Sin semillas libres, no hay futuro para el campo”.
Implicaciones más allá del campo
El reconocimiento del maíz criollo como patrimonio biocultural implicaría su protección no solo desde una perspectiva agrícola, sino también cultural y educativa. Se buscaría su inclusión en programas escolares, ferias tradicionales y políticas de turismo rural, reforzando el vínculo entre el campo y las nuevas generaciones.
Esta medida, que sigue los pasos de otros estados como Oaxaca y Yucatán, también se alinea con los compromisos internacionales en materia de biodiversidad y derechos de los pueblos originarios.
El futuro del maíz en Morelos
La propuesta será discutida en las próximas semanas en comisiones legislativas. Aunque aún enfrenta resistencias de sectores ligados al agronegocio, la presión social a favor del maíz criollo está ganando fuerza.
La lucha por proteger las semillas nativas no es nueva, pero en Morelos podría consolidarse un precedente que inspire a otras regiones del país. Como concluyó Solano en tribuna: “El maíz criollo es raíz y futuro. No dejaremos que lo arranquen”.